26 febrero 2007

TUS OJOS BRILLAN

Un trago más de los 700 en mi vida… un trago más prometía esa velada... no hay esperanza en las calurosas noches de aquella isla de cemento, muy concurrida por estos tiempos…
Dos viejos amigos, uno nuevo y alguien más… una novia. La sensación de un profundo vínculo con esta última… la noche convida sus cálidos frutos de indiferencia, por tan inhóspitos pagos… un bar de mala muerte, ajeno al podio de mis preferencias…

- yo tengo una amiga que trabaja acá... - dijo la novia –

el gesto animoso que surgió de mi interior, se debió, menos a la posibilidad de un bello rostro, que a la certeza de algún descuento… esquivando obstáculos ebrios de responsabilidades, aparentemente ajenos al mundo real, me acerco a una mesa.. No hay azar en la elección de la misma, no hay casualidad, ni siquiera un atisbo de premeditación cosmogónica.. No descubriré en estas páginas, algún misterioso plan universal… solo pensaba en la conveniencia de unos pesos menos, en una sobre valuada bebida.
Cual susurro de ángel en la neblina, tus delicados pasos llegaron a mis oídos por detrás de mi espalada. Giré para pedir y no pude mas que suplicar… se que no fue la belleza de tus ojos, se que no fue la gracia de tu rostro, se que no fue la forma de tu cuerpo, se que no fue la dulzura de tu vos… no se quien sos, no conozco tu nombre, no conozco tus gustos, no conoces los míos. No se lo que te produce la lluvia de verano, no he sentido la calidez de tus labios ni el latir de tu pecho… sin embargo, el tiempo detiene su incondicional andar y mi alma pide que te abrace, que te sienta cerca, que acaricie tu delicado ser. Vislumbro en esa imposible acción, una enorme paz, la pura sensación que anida en el pecho de los caballeros, cuando surge de entre la selva, un ser por el que merezca la pena enfrentarse a cualquier cosa.

Te veo y siento esos nervios propios de un adolescente, te veo y siento como el pecho me palpita cual redoblante… te veo y entiendo que no podré dejar de hacerlo…

Rápidamente la noche se escabulle de mi control y huye, llevándose consigo toda la grandeza de tu ser… dejándome un vacío en medio del pecho….
Tus ojos brillan.

Un día, otro y otro... una semana, tal vez dos… y tu imagen… siempre tu imagen… tu recuerdo... siempre tu recuerdo.. Te veo nuevamente, y otra vez el sentirme adolescente, te veo nuevamente y la dulzura de tu ser arremete sin piedad, en el centro del mío.
Esa noche bebo hasta el ultimo sorbo que me es permitido… esa noche acaricio la suavidad de tu aura y modelo, con ella, una tumba para mi incredulidad en divinidades…
La noche se termina, me voy, te quedas lejos… me voy con un viejo amigo, y una novia ajena, te dejo… y me dejo… me voy pero sigues en mi mente, firme… muy firme… demasiado.
Tus ojos brillan.

¿Y si todo es mentira? ¿Y si el hombre esta programado para no ir más allá de provocar su descendencia? El abrir la puerta de mi casa y verte, parada allí y sentir como no hay otro lugar en el mundo, donde quisiera estar que el proporcionado por el calor de tus brazos, me dibujan la respuesta… te veo, y no siento la incontrolable necesidad de satisfacer los deseos de la carne… te veo y solo puedo pensar en abrazarte, en sentir tu rostro en mi pecho, en protegerte con todo el poder de mi ser… solo puedo pensar en ti, y en mi.. Pero el nosotros se encuentra afectado por alguien que lleva la cara pintada y tira sogas de aire, mientras intenta escapar de paredes invisibles…
Tus ojos brillan… y yo solo quiero abrazarte, solo eso… abrazarte… lo demás vendrá. Sucederá o tal vez no, eso no importa…