12 agosto 2007

HO CAPITAN, MI CAPITAN

Allí estaba, parado, entre movimientos involuntarios a causa del frió, y escalofríos a causa del general. No soy hombre que desperdicie homenajes, mucho menos simpatía por los rostros populares. No se lo que es la demasía de enaltecimiento por demagogia.
Ni siquiera comparto la vil comodidad en lugares comunes…
Pero no puedo negar como se me erizó la piel. No puedo negar las ganas de combatir cualquier batalla, cualquier querella, la inevitable intención de sentir los mismos miedos e ir adelante, a pesar de situaciones adversas junto al general Don José De San Martín.
Que donde estaba? Donde más? Frente a la plaza de mayo, en la catedral, donde se leía bien claro “aquí descansan los restos del general Don José De San Martín, rendirle homenaje” y no pude mas que pararme firme, juntar los brazos tras de mi, luego, llevar lentamente mi mano derecha hasta mi supuesta boina, ponerla firme y efectuar el correspondiente saludo militar. Es que soy un soldado mis amigos, soy un soldado que nació fuera de guerra. Y aunque esto levante discordia, soy partidario de morir en campo de batalla y no en una fría cama de hospital plagada de soledad y de olvido.

Les hablo de todo esto para no mencionar a Mariana Fernandez y como su novio estaba en la fiesta a la que me había invitado a escasos metros de la plaza.
Aunque sospecho que no lo logro.