Por estos días se puso de moda una aplicación en el teléfono que te envejece las facciones unos 30 o 40 años más de los que realmente tenés. El juego se volvió inmediatamente un éxito, todo el mundo pone en sus redes y le comparte a sus contactos como será dentro unas décadas y la mayoría hasta se siente orgulloso de lo que la aplicación le auguria.
yo creo que hay algo fantástico en esto que escapa a un primer análisis.
En general todo mecanismo informático que venga a torcer la realidad de una foto está inclinado a mejorarla. Todos usamos aplicaciones que modifican el color, la estética, las sombras y la anchura para hacer nuestra realidad física mejor de lo que es.
Sin embargo, viene esa app que te hace concha la jeta, te agrega arrugas te pone ojeras, te estropea la dentadura y ahí estamos, compartiendo con orgullo un rostro desfigurado peor que el que tenemos ahora. ¿Y por qué lo hacemos? la respuesta es terrible.
Porque en la cibernética programada por algun koreano que nadie conoce estamos vivos.
Porque la vida nos pasa tan rápido que ni siquiera nos damos cuenta que se está yendo.
Porque tener cara de viejo nos señala a los que estamos una generación, o 2, abajo de esas marcas que tal vez, haciendo las cosas como venimos llegaremos a preocuparnos por las marcas que la app nos proporciona.
Muchos de los que se sacaron la foto e hicieron el proceso de avejentarse morirán mañana. Muchos otros, quedarán en el camino bastante antes de parecerse a lo que el celular propone.
Esa foto es una esperanza regalada desde korea, japon, china o donde mierda sea, que alguna vez podremos mirarnos al espejo acomodarnos una dentadura postiza, peinarnos un par de pelos blancos y decirnos "mira hasta donde llegaste, lo hiciste, ya cumplimos con esta vida" y para los que no es un regalo invaluable. No desperdicien la vida hablando con idiotas o ahorrando, puede que no lleguen a sacarse una foto de viejo sin usar una aplicación koreana.
En general todo mecanismo informático que venga a torcer la realidad de una foto está inclinado a mejorarla. Todos usamos aplicaciones que modifican el color, la estética, las sombras y la anchura para hacer nuestra realidad física mejor de lo que es.
Sin embargo, viene esa app que te hace concha la jeta, te agrega arrugas te pone ojeras, te estropea la dentadura y ahí estamos, compartiendo con orgullo un rostro desfigurado peor que el que tenemos ahora. ¿Y por qué lo hacemos? la respuesta es terrible.
Porque en la cibernética programada por algun koreano que nadie conoce estamos vivos.
Porque la vida nos pasa tan rápido que ni siquiera nos damos cuenta que se está yendo.
Porque tener cara de viejo nos señala a los que estamos una generación, o 2, abajo de esas marcas que tal vez, haciendo las cosas como venimos llegaremos a preocuparnos por las marcas que la app nos proporciona.
Muchos de los que se sacaron la foto e hicieron el proceso de avejentarse morirán mañana. Muchos otros, quedarán en el camino bastante antes de parecerse a lo que el celular propone.
Esa foto es una esperanza regalada desde korea, japon, china o donde mierda sea, que alguna vez podremos mirarnos al espejo acomodarnos una dentadura postiza, peinarnos un par de pelos blancos y decirnos "mira hasta donde llegaste, lo hiciste, ya cumplimos con esta vida" y para los que no es un regalo invaluable. No desperdicien la vida hablando con idiotas o ahorrando, puede que no lleguen a sacarse una foto de viejo sin usar una aplicación koreana.
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