31 julio 2006

CAVILACIONES DE UN LIDER

Cae la noche, el cuarto se obscurece. Estoy sentado en un rincón, en mi mundo, abstraído de toda realidad ajena a estas pobres dimensiones. Recorro la habitación con la insatisfacción de quien busca algo más allá de lo palpable. Intensifico mis sentidos al máximo, e intento dar con sensaciones y verdades en donde solo moran objetos tan concretos como la verdad misma.

Descubro, no sin defraudarme, que nada sucede. Los minutos pasan y el rigor de mi búsqueda se ve amenazada ante la inminente realidad. Comienzo a notar que mi imaginación se mueve y lo que solo era una foto en un portarretratos repentinamente se transforma en más. Acto seguido describo las características que me ocasiona esa imagen.
Allí esta una dama que sonríe. Me observa, acerco la foto a mí para examinarla mejor.

Exploro sus facciones y su vestimenta, intento saber que pensaba cuando se la tomaron, en ese preciso instante cometo el error de concentrarme en sus ojos.
Primero me parece una mirada insinuante, desvergonzada, como invitándome algo.

Centro mi atención en los ojos de la muchacha y empiezo a comprender lo triste de esa mirada tras la burda sonrisa, algo me afecta profundamente. Siento como esa imagen se desespera por no poder moverse, como la inacción la destroza, la indago de cerca, y su condena se me hace insoportable. Ese carácter estático es el peor de los castigos.
Observo la foto, sintiendo como sufre, lo difícil que es mantener el mismo gesto burlón ante todos, arrojola lejos pues me asusta. Desesperado recurro a una revista, la abro al azar y los ojos del fotografiado me transmiten la misma soledad, la misma incomprensión por parte del que lo observa y otra vez el gesto burlón, se me hiela la sangre e intento olvidarme de todo y dejar que esto no me afecte, pero el mundo esta lleno de imágenes y me doy cuenta que imposible es no verlas y recordar el escalofrío que me recorre el cuerpo en este momento.

De repente comprendo otra verdad. Es para mi imposible escapar de la inacción. Noto que mi cuarto es ficticio, las fotos también y hasta yo mismo, que existo solo para los que me ven y hago lo que ellos me ordenan con sus presencias, no tengo elección ni movimiento propio, entonces doy con otra verdad mucho más aberrante así como yo no soy nada sin los demás los demás no son nada sin mí y como la fotografía todos estamos condenados a la misma imposibilidad de la acción propia. Nadie hace nada que no sea guiado o afectado por su entorno. Decidido entonces a romper con esta condena e intento algo impensado por cualquiera, tomo un martillo y me dispongo a romperme la mano de un golpe, pero entiendo (ya en el colmo de la desesperación) que este gesto es también guiado por el entorno, quien, con mi intención de lo inesperado, pone en mi mente algo que yo supongo no sospecharían, pero la idea que tengo de lo inverosímil ha sido provista por el medio, ya que la inverosimilitud hacia algunas cuestiones depende del lugar a donde uno se encuentre. Y así como la ausencia de sabor es también un sabor la ausencia de sentido es también un sentido. Intento pensar en cualquier cosa distinta a todo e imagino a un personaje de historieta apuñalando a su autor, o al secreto de la vida escrito en las líneas de una cebra, y por que no un hombre que no puede verse a sí mismo sin morir, se me escapa una sonrisa creyendo haberle ganado a mis reflexiones. Pero al alzar la vista y enfrentarla con mi biblioteca, mis ilusiones mueren desgarradoramente al cruzarme con Unamuno, Borges y Wilde.
Estamos perdidos – pienso, todos estamos condenados a la inacción. Veo la fotografía en el suelo y noto en sus ojos una compasión y una camaradería propia de los reos que comparten una sentencia perpetua. Tomo la pluma y un papel y me describo llegando al colmo de la inacción pues estas paginas serán esclavas y testigos ya no solo de mi inacción sino de la que nos contiene a todos y han llegado a ti para demostrarte que no eres nada más que una impotente marioneta condenada a realizar lo que otros te obligan. Tomo la pluma y me describo para que tu también entiendas la desgracia y la muerte que hay en la vida y así comienzo a narrar:
“ cae la noche y el cuarto se obscurece, estoy sentado en un rincón del mismo...”


Ary 21 años


LEASE: LA INVENCION DE MOREL (NOVELA DE BIOY CASARES)
MUCHO NO TIENE QUE VER, PERO ES MUY BUENO.

O MEJOR CONOZCA A EMILIANO CARAM

7 comentarios:

emiliano. dijo...

boradadosyflores disfruta y recomienda este blog, si es que resulta ser aceptado por la critica. en caso contrario, niega rotundamente haber comentado aquí, y niega tambien cualquier relacion con su autor.
un abrazo al chino

Anónimo dijo...

que bueno, que bueno, lo celebro! pude ver a ese tipo desesperado, en su habitación, lamiendo una revista, diciendo que tiene gusto a nada... muy bueno, gordo. un abrazo

Anónimo dijo...

Veo aca lo que alguna vez fue una idea...lo que se tradujo a trazos o a simples tipeos...
Veo tus palabras...recuerdo tus cuentos...
Una frase dicha por vos aflora en este moemnto:
"Soy lo que otros pensaron antes"

Y un escalofrío recorre mi ser...porque tanto se parece tu historia a una mia, que no se diferenciar si es por un parecido de hermanos o porque simplemente, me forme de vos...gracias
TE QUIERO MUCHO y te felicito

CLAU

Anónimo dijo...

pobre pobre, niño rico de ideas, pero menos mal que quedarán por aquí plasmadas, o sino tus simples palabras,,o las que nunca se hicieron palabras, se evaporarán con el agua. Saludos y por favor cambia de rubro te lo dice un amigo.

Victor Gonzales

Anónimo dijo...

Yo no lei nada de lo que esta ahi ni La Invencion de Morel, pero no le recomiendo a nadie conocer a Emiliano Caram en pedo.

Jorgito 23 años

Anónimo dijo...

Haz un cuentito más corto que la internet sale CARA, jejeeje.
Felicitaciones, enhorabuena, segui part...asi.
S.Y.F

Anónimo dijo...

Me sumo a la propuesta de Jorge y no recomiendo conocer a Emiliano Caram en ningún estado de agregación en el que este pudiera encontrarse.